lunes, 10 de marzo de 2008

DECLARACION DEL MUP XX CUMBRE DEL GRUPO RIO



UN PASO MÁS EN LA INTEGRACIÓN DE
AMÉRICA LATINA
Declaración de la Mesa Federal del MUP (Movimiento de Unidad Popular), Ciudad de Buenos Aires, 8 de Marzo de 2008.


Finalmente por acción decidida del conjunto de los países latinoamericanos se bloqueó lo que parecía una guerra inminente en plena América del Sur, mientras que los medios de prensa multinacionales alentaban dando veracidad a la propaganda de Uribe, presidente de Colombia y poniendo en todos los noticieros y programas a los supuestos expertos opinólogos pronorteamericanos que convertían a Chavez y Correa en los agresores y violentos financiadores y protectores de la guerrilla de las FARC.

La derrota de la provocación Bush-Uribe en la Cumbre de Presidentes del Grupo Rió que reúne a países de América del Sur y el Caribe nos recuerda a la que sufriera Bush en Mar del Plata cuando se le abortó la firma del ALCA.

Otra vez triunfó la unidad latinoamericana, alentando esperanzas de consolidar una perspectiva de fortaleza política de la región para sostener políticas propias de paz, construida sobre la soberanía y la justicia social

Más allá de las múltiples enseñanzas y análisis posibles entendemos que deben destacarse las siguientes conclusiones:

*La instalación y la importancia que ha tomado la política de integración regional sobre la base de una identidad latinoamericana y con el objetivo común de soberanía territorial, independencia en el uso de recursos y de progreso económica con justicia social.

*El reconocimiento de estos principios como programa indeclinable del proyecto latinoamericano.

*La reafirmación de la multilateralidad de las relaciones del sistema regional y la derrota de los pocos países alineados con la doctrina unilateral de la seguridad nacional de EEUU. Esta política que pretende justificar la intervención militar unilateral y sin consulta en cualquier país donde se desarrolle un proceso, un evento o una organización que haga sentir amenazados los intereses norteamericanos.

*Quedó nuevamente en evidencia que la excusa del combate a la guerrilla que hace más de cuarenta años que persiste en Colombia y la cantinela de la lucha contra el narcotráfico es sólo la pantalla de la política de presencia militar activa de EEUU en territorio latinoamericano.

Esta vez se monto un operativo de provocación para generar un conflicto que involucre a Ecuador y Venezuela con el múltiple objetivo de:

= Evitar el desarrollo de las fuerzas sociales que en Colombia sostienen la necesaria transformación de la FARC y el ELN como actor político democrático en consonancia con los demás países en los que esos sectores populares han alcanzado el gobierno por vía pacífica y configuran la nueva realidad regional y el crecimiento de la integración en un proyecto común latinoamericano. Esta vía es la única configuración posible de salida del conflicto y este parece ser el moemnto de avanzar relamente en ese sentido.

=Generar un conflicto bélico mayor y multinacional que justifique la presencia masiva de fuerzas norteamericanas sobre territorios de riqueza energética y ambiental insuperable en el mundo. Que por otra parte es uno de los pilares de la estrategia latinoamericana junto a la producción de alimentos en Brasil, Uruguay y Argentina, y el eje minero que constituyen Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina y Perú.

=La instalación de Colombia y su problemática interna irresuelta como un verdadero Israel repitiendo en espejo la lógica de base militar regional y fuente de conflictividad en todo el hemisferio sur y el Caribe.

=Establecer como derecho y ley a la libre intervención militar unilateral de Colombia con apoyo norteamericano para plantarlo como antecedente para otros países alineados en la supuesta “Cruzada anti terrorista y anti narcotráfico” como Perú, y para soporte de supuestos derechos de propiedad devenidos en conflictos internos impulsados por las oligarquías locales como sucede en la propuesta secesionista de los ricos de Bolivia, las acciones por la ”libertad de prensa y empresa” en Venezuela y Argentina, la ocupación contra el “terrorismo” de la triple frontera en Paraguay, el creciente conflicto por la apropiación extranjera para el control ambiental y el agua en Amazonas y el Iberá, y la explotación minera a lo largo de Los Andes.

=Generar una fisura profunda y de conflicto permanente entre las naciones de Latinoamérica y el caribe para romper el proceso creciente de integración en el marco de un proyecto latinoamericano en construcción.

Finalmente el proceso colombiano muestra que ya no es posible solucionar la problemática económica y social sin participar en la estrategia del proyecto latinoamericano sin convertirse en su enemigo y provocando la desestabilizacion de la región.

La intervención de nuestra presidenta, Cristina Fernández de Kirchner en la cumbre ha sido destacada por la justeza con que planteó la cuestión de fondo que hace a todo lo dicho hasta aquí:

Apuntó sin vueltas a la política de unilateralidad como el enemigo principal de los pueblos latinoamericanos y desenmascaró al terrorismo de Estado implícito en esta política como enemigo de los derechos humanos de los pueblos.

Reivindicó en contraposición la multilateralidad para resolver conflictos estableciendo una barrera política a la intervención norteamericana.

Su presentación fue la pieza institucional y síntesis política de los planteos de los demás países preservando la unidad y el proceso de construcción del proyecto latinoamericano. Hasta el gesto de imponerle al Presidente de la Cumbre la lectura del documento de conclusiones significó un acto político formal fundamental porque se escuchó en todo el mundo lo que nuestras naciones proclaman y quedó establecida una nueva derrota de la política de EEUU en la región.

Otra vez el gobierno argentino fue protagonista central en limitar la política imperial en cuestiones de fondo: en Mar del Plata el ALCA, en Sto Domingo la intervención militar unilateral.

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